23208508 | ROMULO NOYA | PEREZ VILLATA DAMIAN IGNACIO | ASPEN MOTORS S.A. | 01144719274 | Por medio de la presente, solicito la inmediata intervención del Organismo de Defensoría de Consumidor, dado que como consumidor damnificado, he realizado todos los reclamos pertinentes a las partes involucradas sin obtener solución.
Soy titular de un vehículo marca Ford, dominio AD527MH, el cual se encuentra dentro del periodo de la garantía oficial.
La compra del vehículo y todos los servicios de mantenimiento obligatorios, son realizados en el Concesionario Oficial Ford Aspen Campana, sito en Ruta 9 Ramal Campana km 73,200 teléfono (03489) 434 200.
El día 21 de mayo de 2022 llevé la unidad para el servicio de mantenimiento de 60.000 km y solicité que verifiquen varias fallas que aparecían en el tablero (Falla de asistencia en pendiente - Falla de City stop -Falla presión de neumáticos, Falla de control de estabilidad y tracción).
Al momento de retirarlo me informan que no fueron detectadas las fallas mencionadas (ORDEN DE TRABAJO N° 53310).
A los 7 (siete) días se presentan nuevamente las Fallas en el tablero y solicito por segunda vez turno para realizar la reparación.
Me informan que no tenían turnos disponibles y me ofrecen un turno a 15 días.
Solicité prioridad en la atención, ya que había realizado el servicio hacia muy pocos días y no quería circular con el vehículo en esas condiciones. No obtuve una respuesta favorable.
El día 07 de Junio de 2022 logré ingresar el vehículo al concesionario para que verifiquen las Fallas. Fueron visualizadas por el Jefe de Taller. Me informaron que no pueden repararlo y debía llevarlo nuevamente, ya que la verificación de la electrónica insumía más tiempo. Pero me realizan la aclaración que circule con precaución, ya que las Fallas mencionadas producen que los sistemas de seguridad, activos y pasivos, no funcionen (ORDEN DE TRABAJO N° 53616).
Fue así que el día 28 de Julio de 2022, nuevamente ingresé el vehículo al concesionario mencionado. Al día siguiente me contactaron telefónicamente, para comunicarme que podía pasar a retirarlo.
Al momento de retirar la unidad me informan que no pudieron realizar la reparación, por no contar con el repuesto (ORDEN DE TRABAJO N° 54661).
El día 02 de Agosto de 2022 me informan desde el Concesionario Aspen, que se había realizado el pedido del correspondiente repuesto (MODULO de ABS) bajo el número de pedido UP N° 4218314 y que los plazos para la reparación ya dependían de FORD ARGENTINA (Fábrica Pacheco) que eran los responsables de la provisión del mismo.
El día 04 de Agosto de 2022 contacté a FORD ARGENTINA (Fábrica Pacheco) por medio del 0800-888-3673 de Atención a Clientes.
Fui atendido por un Operador telefónico de nombre Pedro Miranda, quien me comunica que el repuesto no se encuentra en Stock. Que llame nuevamente en un plazo de 72 hs.
Pedí asentar un reclamo por todo el tiempo transcurrido desde la presentación de la falla y la falta de resolución. Quedó registrado bajo el número 4218670.
El día 08 de Agosto de 2022 llamo nuevamente (transcurridas las 72hs.) al 0800-888-3673 de Atención a Clientes y el mismo Operador que había tomado mi llamado anteriormente, me comunica que el repuesto no está en el país. También me informa que no tiene un plazo de arribo estimado.
Me solicita que me contacte nuevamente en el transcurso de la semana, pero me comunica que como mi vehículo puede rodar, no es prioritario para FORD el pedido del repuesto.
Manifiesto mi disconformidad y solicito que me tome un nuevo reclamo, a lo cual me responde que sí, pero que es asentado bajo el mismo número del reclamo anterior número 4218670.
El día 12 de Agosto de 2022 contacto nuevamente a FORD ARGENTINA (Fábrica Pacheco) por medio del 0800-888-3673 de Atención a Clientes.
Fui atendido por una Operadora telefónica de nombre Ana Martínez, quien me comunica que el repuesto no se encuentra en Stock y no tienen fecha cierta para la solución de las FALLAS.
Pedí asentar una queja/reclamo por todo lo sucedido, los inconvenientes que me genera y el riesgo de circular con mi vehículo bajo estas condiciones, recalcando que me afecta laboralmente y solicite que sea con otro número de reclamo. Quedó registrado bajo el número 4228089.
En resumen:
• Luego de 3 meses continúo circulando con el vehículo sin los sistemas de seguridad que posee, que por las fallas mencionadas dejaron de funcionar.
• Las partes involucradas no tienen un plazo estimado para brindarme una solución.
• Mi traslado diario al trabajo (75 KM por autopista) debo realizarlo con mucha precaución, especialmente los días de lluvia.
• Pospuse en 2 oportunidades mis vacaciones familiares, por el riesgo que implica utilizar el vehículo. | 2022-08-17 |
3756785 | Santa Maria de Oro | Pautaso de Iversen Ana Cristina del Carmelo | COMAFI | 3489 459571 | me presento a efectos de denunciar los hechos ocurridos en día 6 de mayo de 2022, imputables al Banco COMAFI y a su personal, que causaron un agravio a mi persona que debe ser reparado.
A la fecha de los hechos que a continuación se relatan, tenía contratado con el banco COMAFI sucursal Campana, con domicilio en Av. Ing. Agustín Rocca 41 los siguientes productos:
1) tarjeta de crédito
2) caja de ahorro en pesos
3) caja de ahorro en dólares
4) caja de seguridad.
Todos estos productos estaban a nombre de mi hijo Marcelo Andrés Iversen, debido a que, por ser mayores de 80 años mi marido Carlos Iversen y yo, nos dijeron en el banco que había que hacerlo así.
Que es bien conocido por todos la cantidad de robos que ocurren a diario, con violencia extrema, incluso muerte, siendo las víctimas mas vulnerables los ancianos.
Que por ese motivo es que decidimos contar con una caja de seguridad, para evitar ser víctimas de inescrupulosos ladrones y resguardar los ahorros de toda nuestra vida.
Todo esto se hizo en vida de mi esposo, Carlos Iversen, quien falleció en fecha 9 de mayo de 2021.
Que como resultado de la venta de una propiedad en la ciudad de Miramar, en agosto de 2020 guardamos en la caja de seguridad la cantidad de DOLARES ESTADOUNIDENSES TREINTA Y CINCO MIL (USD 35.000).
Asimismo, en la caja de seguridad tenía la suma de EUROS TRESCIENTOS SETENTA (E370) producto de nuestros ahorros, dinero que utilizabamos para viajar a Bélgica una vez al año, donde reside uno de mis hijos.
Dada mi avanzada edad (82 años), mis problemas de salud (marcapasos, taquicardias, perdidas de memoria, desvanecimientos, falta de vista, sordera, etc) JAMÁS hice ningún trámite bancario sola. Nunca. Muchísimo menos retirar dinero de la caja de seguridad. No conduzco, vivo muy lejos del banco, no veo bien, hacer algo así sería convertirme en presa fácil para cualquier delincuente. Siempre que acudí al banco a retirar dinero de la caja de seguridad, lo hice en compañía de mi hijo Marcelo o de la Sra Rosa quien me asiste a diario, ocupándose tanto de las tareas del hogar, como de acompañarme a cualquier sitio (mercado, medicos, etc) fuera de casa.
Que la sucursal del banco COMAFI de Campana, es muy pequeña, y desde la pandemia, la mayorìa de los tràmites se hacen por homebanking, por lo que es muy raro que haya gente esperando a ser atendidos.
Por este motivo también es que todos los empleados me conocen, incluso los guardias de seguridad.
Que el 6 de mayo de 2022, siendo las 11 hs aproximadamente, ingreso al Banco COMAFI sucursal Campana, muy confundida, víctima de un engaño urdido por una banda de profesionales, que querían que les entregara todo lo que tenía en la caja de seguridad.
Lo primero que hago al ingresar al Banco, es decirle a la sra. de seguridad que se encontraba en la puerta, que me sentía mal, si me podía dar un vaso de agua, escuché que pidió arriba pero nunca llegó.
Cada vez me sentía peor, inmediatamente me descompuse. Me sentaron en un sillón, me bajaron el barbijo y me apantallaron con algo, y me desvanecí. Escuchaba que me hablaban, me sentaron, presionandome la cabeza, la mujer de seguridad me pedía que hiciera fuerza hacia arriba mientras ella presionaba mi cabeza hacia abajo.
No mejoré en absoluto. Me dieron un café, agua y caramelos. No se quien me los dió, repito por el estado de total confusion en el que me encontraba. Me sentía cada vez peor.
En esa situación facilmente percibida por los presentes, que no estaba en mi sano juicio ni con todas mis facultades volitivas, que era evidente que algo raro estaba ocurriendo, con muchísima dificultad, accedí a la caja de seguridad y retiré todo lo que tenía en ella. USD 35.000 y 320 euros, sin que a nadie del banco se le ocurriera llamar al titular de la caja (mi hijo Marcelo Iversen, o a mi hija Cecilia Iversen) ni a una ambulancia para que unservicio médico constatara mis constancias vitales y tomar alguna medida al respecto.
Cualquiera de estas acciones hubiera evitado que sea víctima del engaño del que fuí víctima.
Sentía las pulsaciones a un ritmo altísimo, que me iba a explotar el corazón. Todo el tiempo que estuve en el banco, desde que entré hasta que salí, estuve descompuesta y con un mínimo de conciencia. Mi vida estaba en peligro y nadie hizo nada para remediarlo. Reitero que no llamaron a un servicio médico de urgencia, no llamaron a alguno de mis hijos, siendo que el titular de la caja de seguridad es mi hijo Marcelo, podría haber muerto ahí mismo debido a los problemas cardíacos que padezco (tengo puesto un marcapasos desde hace años) pero ningún empleado del banco ni su gerente actuaron conforme a sus obligaciones de cuidado y seguridad que les corresponden respecto a sus clientes.
Estaba muy claro que yo no podía hablar, no era consiente de lo que pasaba. Intentaba pedir ayuda pero no sabía como hacerlo.
Una simple llamada a un servicio de emergencias, un médico, una ambulancia hubieran cambiado el curso de los hechos. NADA de eso ocurrió. Pese a todos signos inequívocos de que algo extraño ocurría, ninguno de los empleados del banco obró con la diligencia debida como para evitar lo que a continuación sucedió.
Una vez que accedí a la caja de seguridad, retiré el dinero que en ella tenía, y acompañada por una sra. de la seguridad del banco hasta la vereda, me subí a un remis complice de la banda que me estaba robando.
Todo esto fue posteriormente denunciado, y se encuentra en etapa de investigación en la DDI de Campana.
Es al día de la fecha que nadie sabe nada de lo sucedido. No hay constancias de las personas que en ese momento se encontraban en el banco, no se sabe quien me dio agua y caramelos, posiblemente parte de la banda, nada.
Que el banco cumple un servicio público delegado por el estado, lo que le obliga a tomar todos los recaudos de \"un buen banquero\" y que de haberlos tomado, yo no hubiera sido víctima del robo tal cual se detalla en la presente denuncia.
Que está dentro de las obligaciones asumidas por el banco en el contrato de cajas de seguridad de poner todos los medios necesarios para el cumplimiento de la obligación de resultado asumida, esto es, velar por los intereses y la seguridad tanto de los bienes como de las personas.
Que existe la figura protegida legalmente de consumidor hipervulnerable definido como \"personas humanas que tienen dificultades especiales para ejercer con plenitud sus derechos por estar en una situación de vulnerabilidad por su edad, género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas o culturales\" entre ellas, las personas mayores de 70 años.
Que el no haber obrado confome a estos preceptos, me sumió en una situación de indefensión extrema, siendo víctima de un robo que podría haberse evitado.
Es por todo lo expuesto que solicito se cite al/la responsable de dicha entidad, y que conforme a la ley 13.133, 24.240, Directrices para la Protección al Consumidor (a/RES/39/248) donde reconoce la debilidad de los consumidores en la economía: \"Estos afrontan a menudo desequilibrios en cuanto a capacidad económica, nivel de educación, poder de negociación\" Convención Interamericana sobre Protección de Dchos humanos de las personas mayores (Ley 27.360), Resoluciones 9/2004 y 53/2003, y normativa aplicable, asi mismo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció la vulnerabilidad y protección especial que requieren los consumidores, quienes \"son sujetos particularmente vulnerables a los que el constiuyente decidió proteger de modo especial, y por lo tanto no corresponde exigirles la diligencia de quien celebra un contrato comercial\"(CSJN,\"Recurso de hecho deducido por la actora en la causa Ledesma María Leonor c/Metrovías S.A. 22/4/2008)
Por todo lo expuesto, solicito se me indemnice por los daños padecidos por mi persona, estimándose los mismos en la suma de pesos QUINCE MILLONES. ($15.000.000)
Quedando pendiente del traslado y audiencia correspondientes, solicitando en caso de incomparecencia las sanciones previstas en la ley, saluda a Ud. atentamente. | 2022-09-28 |